Amenazas

Las aves marinas macaronésicas están amenazadas por distintos factores, como la depredación por mamíferos introducidos, sobre todo de gatos y ratas, la caza ilegal (pardeleo), y el efecto de la contaminación lumínica. También hay que tener en cuenta el efecto de la contaminación marina y el riesgo de los vertidos de hidrocarburos. En menor medida se producen otras muertes por diferentes factores como colisión con líneas eléctricas y otras estructuras, capturas accidentales por artes de pesca, etc.

El pardeleo es una actividad consistente en la captura y muerte de los pollos de pardela. Las pardelas, aves marinas que sólo se acercan a tierra para criar, alimentan a sus crías en el interior de agujeros o “huras “excavadas en islotes o zonas rocosas de difícil acceso cercanas a la costa.

En el pasado el expolio de los nidos de pardela cenicienta fue una práctica muy común en las islas Canarias, dónde la carne de los pollos de pardela cenicienta era muy apreciada por su gran cantidad de grasa y por tratarse de un recurso alimenticio de fácil acceso en épocas de escasez.

Hoy en día la pardela cenicienta es un ave amenazada y su caza está totalmente prohibida. A la práctica del pardeleo hay que sumar las amenazas que afectan a la especie, como la presencia de gatos, ratas y otros mamíferos introducidos que depredan sus colonias de cría, la contaminación lumínica (que desorienta a los adultos y provoca colisiones) y las capturas accidentales en artes de pesca.

Tras la prohibición de su caza, la protección de la especie y sus principales zonas de cría, esta práctica tenía que haberse erradicado totalmente. Sin embargo, anualmente se denuncia su caza ilegal en distintos puntos de Canarias, como el islote de Alegranza, dentro del archipiélago de Chinijo.

Las pardelas cenicientas tienen un único pollo que crían durante meses a base de pescado, engordando hasta un tamaño superior incluso al de sus padres. Al vivir en huras excavadas en el suelo su única defensa frente a los depredadores consiste en la dificultad de acceder a la colonia. Una vez allí los expoliadores solo tienen que atrapar y matar a las crías que no ofrecen resistencia alguna. La vigilancia, por tanto, de los islotes y colonias, así como la denuncia de los casos que se produzcan resulta fundamental para luchar contra esta práctica.

Galería: «Caza ilegal y pardeleo»

Galería: «Contaminación lumínica»

Galería: «Depredación por gatos»

Galería: «Depredación por ratas y otras especies»

 

Más información en: http://www.cazailegalaves.es/