PAÍÑO PECHIALBO

(Pelagodroma marina)

Entre los paíños presentes en aguas españolas, el pechialbo es único por su coloración (con cara y partes ventrales blancas) y por su silueta de vuelo (alas más anchas y redondeadas y patas que sobresalen notablemente de la cola), peculiaridades que lo diferencian del resto de congéneres y permiten una fácil identificación.

Se trata de una especie escasísima que en nuestras aguas solo se observa en Canarias, donde crían unas pocas decenas de parejas en los islotes al norte de Lanzarote.

 

Clasificación

Longitud

Envergadura

Orden Procellariiformes; familia Hydrobatidae

19 –  21 cm

41 – 43 cm

Identificación

Esta pequeña ave marina, de aspecto grácil y delicado, se caracteriza por ser, dentro del grupo de los paíños presentes en nuestras aguas, el único con las partes inferiores claras. El ojo aparece rodeado por una mancha oscura que destaca mucho sobre el resto de la cara blanca. Su pico es proporcionalmente más largo que en otros congéneres. Visto por arriba presenta la zona central del cuerpo y las plumas coberteras de las alas con tonalidades pardo-grisáceas, mientras que las plumas de vuelo son negras. El obispillo gris contrasta con las plumas de la cola, también negras. Visto ventralmente resulta blanco, salvo por la cola y las plumas de vuelo en las alas, que son oscuras. Su silueta en vuelo también es característica, pues las patas asoman notablemente tras la cola y las puntas de las alas aparecen ampliamente redondeadas. Su vuelo es errático y más potente que el de otros paíños; efectúa menos revoloteos pero, en cambio, se balancea más de un lado a otro. A menudo, da la impresión de que salta por encima de la superficie del agua.

Canto

Es una especie silenciosa en mar abierto. En las colonias de cría emite sonidos similares a un cuuu-aii, cuuu-caii.

Dónde vive

EN EL MUNDO

Aparece ampliamente distribuido en los océanos Atlántico, Índico y Pacífico. Se reconocen seis subespecies.

EN ESPAÑA

En aguas peninsulares, dadas las escasas citas homologadas, se considera a la especie como accidental. Está más presente, en cambio, en aguas de Canarias, donde cría en los islotes situados al norte de Lanzarote. En el archipiélago se encuentra la subespecie hypoleuca, que se reproduce también en las islas Salvajes (Portugal).

DESPLAZAMIENTOS

Se dispone de poca información sobre sus costumbres migratorias. Tras el periodo reproductor, las aves atlánticas se dispersan hacia la zona central de este océano. Hay citas de invernantes en las costas atlánticas de Norteamérica y de divagantes en Gran Bretaña. Existen también citas antiguas en aguas del golfo de Vizcaya.

POBLACIÓN

La población europea se estima en 16.000-20.000 parejas, pertenecientes en su mayor parte a las colonias del archipiélago portugués de Salvajes, únicas aguas europeas en las que se reproduce además de las islas Canarias. Aquí se ha confirmado su reproducción en los islotes de Alegranza y Montaña Clara, aunque parece probable que críe también en el de La Graciosa (todos ellos al norte de Lanzarote) y en el de Lobos (Fuerteventura). En total, su población no debe de superar las 50-60 parejas. Su tendencia resulta estable o en ligero aumento y parece existir cierto intercambio con ejemplares de las islas Salvajes.

Cómo vive

HÁBITAT

Fuera del periodo reproductor habita en alta mar.

ALIMENTACIÓN

Consume crustáceos planctónicos, pequeños peces y, en menor medida, cefalópodos. Se han observado ejemplares siguiendo barcos de pesca, por lo que es posible que aproveche también descartes pesqueros.

DESPLAZAMIENTOS

Se dispone de poca información sobre sus costumbres migratorias. Tras el periodo reproductor, las aves atlánticas se dispersan hacia la zona central de este océano. Hay citas de invernantes en las costas atlánticas de Norteamérica y de divagantes en Gran Bretaña. Existen también citas antiguas en aguas del golfo de Vizcaya.

REPRODUCCIÓN

Nidifica en galerías o huras que excava en sustratos blandos, generalmente dunas, en áreas con vegetación bien consolidada en arenales. Es una especie colonial, que sitúa sus nidos a menos de un metro de distancia unos de otros. Estos se hallan en el interior de las huras y carecen de cualquier aporte de material. Los primeros ejemplares llegan a las colonias de cría en febrero y efectúan las primeras puestas a finales de marzo o principios de abril.

Amenazas y conservación

La depredación en colonias de cría se cita como el principal factor de amenaza, tanto por predadores autóctonos (gaviota patiamarilla, lechuza común o, incluso, micromamíferos como la musaraña canaria) como por predadores introducidos (gatos domésticos y ratones caseros). También se ve afectado por las poblaciones de conejos introducidos en algunos de los islotes donde nidifica, que no solo causan molestias al ave al destrozar a veces las huras donde establece sus nidos, sino que alteran la vegetación, desestabilizan el frágil suelo arenoso y generan erosión en el terreno que sirve de asentamiento a las colonias. Asimismo se ha citado como factor de amenaza la presencia de visitantes en las áreas de cría —que pueden provocar el hundimiento del sustrato donde excavan los nidos—, así como el deslumbramiento por las luces urbanas, que desorientan a las aves cuando acuden por la noche a la costa. El paíño pechialbo se incluye en el Libro Rojo de las aves de España como “Vulnerable” y aparece como “En peligro de extinción” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.