PETREL DE BULWER

(Bulweria bulwerii)

Pequeña ave marina, de tonos oscuros, con tamaño y aspecto intermedio entre un paíño y una pardela. Distribuida por los océanos Pacífico y Atlántico, mantiene colonias de cría en muchos de los islotes e islas principales del archipiélago canario. Debido a su escaso número de efectivos (aproximadamente un millar de parejas) y a las numerosas amenazas que sufre, se considera una especie muy amenazada.

 

Clasificación

Longitud

Envergadura

Orden Procellariiformes; familia Procellariidae

26 –  28 cm

68 – 73 cm

Identificación

De tamaño intermedio entre los paíños y las pardelas, el petrel de Bulwer es un ave marina grácil, con larga cola y amplias y estrechas alas. Posee color marrón oscuro en todo el cuerpo, a excepción de una franja más clara formada por las plumas supracobertoras alares. No existen diferencias apreciables entre sexos ni edades.

Tiene un vuelo ágil, con un batir de alas potente y planeos frecuentes.

Canto

Se trata de un pájaro silencioso en alta mar, aunque frecuentemente ruidoso cuando se encuentra en las colonias de cría. Emite sonidos roncos, que recuerdan a ladridos: rhuuu-rhuuu

Dónde vive

EN EL MUNDO

Se distribuye por las aguas templadas y subtropicales de los océanos Pacífico y Atlántico. En el Pacífico cría en las islas Hawái, Taiwán y en otras menos conocidas, como las Marquesas, Islas Marshall, etc. En el Atlántico lo hace en todas las islas de la Macaronesia y posiblemente también en Santa Helena. No se han descrito subespecies.

EN ESPAÑA

Nidifica en el archipiélago canario, pero en aguas peninsulares se considera accidental.

DESPLAZAMIENTOS

Son poco conocidos sus movimientos después de la reproducción. Se sabe que casi todas las aves invernan en el Atlántico suroeste y que tras el periodo de cría se dirigen hacia las aguas de Brasil y Venezuela. Parece que algunos ejemplares no siguen este patrón, sino que se desplazan al sur hasta aguas del golfo de Guinea.

POBLACIÓN

La población reproductora europea se estima entre las 7.500 y 10.000 parejas, que crían fundamentalmente en Madeira. Es una especie nidificante en el archipiélago canario, donde se reproduce prácticamente en todos sus islotes e islas, excepto en Fuerteventura y Gran Canaria, con las mayores congregaciones en el archipiélago Chinijo, al norte de Lanzarote. La población canaria se cifra en torno a las 1.000 parejas reproductoras (datos del año 2004), y su situación actual apunta a que ha sufrido un importante declive.

Cómo vive

HÁBITAT

Esta ave marina, estrictamente pelágica, solo acude a tierra firme para reproducirse.

ALIMENTACIÓN

Existen pocos datos sobre su dieta. Parece ser que se alimenta de componentes del plancton, como huevos de peces, ctenóforos y gusanos poliquetos.

DESPLAZAMIENTOS

Son poco conocidos sus movimientos después de la reproducción. Se sabe que casi todas las aves invernan en el Atlántico suroeste y que tras el periodo de cría se dirigen hacia las aguas de Brasil y Venezuela. Parece que algunos ejemplares no siguen este patrón, sino que se desplazan al sur hasta aguas del golfo de Guinea.

REPRODUCCIÓN

La temporada de cría comienza en mayo, aunque se observan individuos en los alrededores de las colonias desde mediados de abril o incluso marzo. Las colonias se sitúan en acantilados costeros, donde el petrel de Bulwer ubica los nidos bajo grandes rocas, en grietas o en pequeñas galerías, aunque a veces también utiliza las huras de otras aves marinas. Efectúa una sola puesta y de un único huevo, de color blanco. La incubación, que dura 44-47 días, corre a cargo de ambos sexos, en turnos de uno a cinco días. El pollo, alimentado por sus dos padres y siempre de noche, permanece en el nido hasta septiembre.

Amenazas y conservación

Al igual que ocurre con otras aves marinas que se reproducen en las islas Canarias, los depredadores introducidos, como ratas y gatos domésticos asilvestrados, ocasionan importantes daños en las colonias de cría. El desarrollo urbanístico y el aumento de la densidad poblacional provocan una disminución en la disponibilidad de áreas naturales costeras. A su vez, la iluminación de los núcleos urbanos induce la desorientación de los jóvenes en sus primeros vuelos. La contaminación por desperdicios e hidrocarburos en el mar también pueden afectar a la especie. Por último, aunque se trata de depredadores naturales, la predación por parte de gaviotas patiamarillas, búhos chicos, lechuzas y cuervos puede hacer peligrar la supervivencia de las colonias más pequeñas. El petrel de Bulwer se incluye en el Libro Rojo de las aves de España (2004) como “En peligro” y aparece como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas.